miércoles, 21 de mayo de 2014

Teatro Colón

Majestuoso, uno de los teatros líricos más importantes del mundo.


Mi primer contacto con el Teatro Colón fue hace muchos años, estaba en la escuela primaria, no recuerdo en que grado, una maestra nos llevó a una visita guiada y me encantó, nos habían mostrado hasta los talleres, habíamos llegado hasta el corazón de este magnifico lugar y quedo ese día siempre guardado entre mis gratos recuerdos.

Hoy ya adulta, habiendo experimentado como espectadora las cualidades acústicas de tan bella sala, tuve ganas de volver a recorrer el edificio luego de la restauración y puesta en valor que realizaron durante varios años para luego reabrir sus puertas en los festejos del Bicentenario de la Patria en mayo de 2010.

El Teatro Colón es reconocido por su acústica y por el valor artístico de su construcción, cumplió 100 años en 2008.

El actual edificio está emplazado entre Cerrito, Viamonte, Tucumán y Libertad, en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, y fue inaugurado el 25 de mayo de 1908 con la ópera Aida de Giuseppe Verdi. Este edificio reemplaza al antiguo Teatro Colón, erigido en la manzana que ocupa hoy el Banco Nación, frente a la Plaza de Mayo, y que funcionó entre 1857 y 1888.



La construcción del nuevo edificio llevó alrededor de 20 años,  el proyecto inicial fue del arquitecto Francesco Tamburini, a su muerte en 1891, fue continuado y modificado por su socio, el arquitecto Víctor Meano para luego la obra ser finalizada por el belga Jules Dormal quien dejó impreso su sello en el estilo francés de la decoración.

El edificio, en un estilo ecléctico posee una superficie total de 58.000 metros cuadrados,  delimitado por las calles Tucumán, Libertad, el pasaje Arturo Toscanini y la calle Cerrito.






La entrada principal se encuentra sobre la calle Libertad, posee  una marquesina de hierro forjado, y conduce a un gran foyer adornado por columnas con basamento de mármol rojo de Verona, recubiertas de estuco.





El hall, está coronado por un luminoso vitral en forma de cúpula a 25 metros del suelo, realizado por la casa Gaudin de París.



El piso, con diseño de guardas y motivos decorativos, está cubierto por teselas de gres de forma irregular.


 La escalinata de entrada, construida en mármol de Carrara, está flanqueda por dos cabezas de león talladas en piezas únicas.


Mármoles amarillos y rosados de Siena y Portugal en la balaustrada. Sucesivas escalinatas, enmarcadas en vitrales de Gaudin, llevan a los niveles superiores.
  

 Rodean la sala el gran hall de entrada, el Salón Dorado, el Salón de los Bustos, el Salón Blanco y el Museo que alberga los trajes utilizados por algunas de las figuras que pasaron por el teatro.

Museo








La sala principal, en forma de herradura, cumple con las normas más severas del teatro clásico italiano y francés. La planta está bordeada de palcos hasta el tercer piso y dividida en siete niveles


Tiene una capacidad total de 2.478 localidades, pero también pueden presenciar los espectáculos alrededor de 500 personas de pie, aunque hoy esto ya no esta permitido.




 La cúpula, de 318 metros cuadrados, poseía pinturas de Marcel Jambon, que se deterioraron en los años treinta. En la década de 1970 se decidió pintar nuevamente la cúpula y el trabajo le fue encargado al pintor argentino Raúl Soldi. Presenta 51 figuras, pueden verse representados los instrumentos musicales, un conjunto de músicos ejecutando sus propios instrumentos y un grupo de actores intercambiando máscaras representativas de la comedia y el drama.


La araña que cuelga de la cúpula posee 730 lamparitas, 1300 kilos y tiene un diámetro de siete metros, construida en Francia en bronce brunido a fines de 1800, es considerado una magnífica obra de cincelado


El escenario posee una inclinación de tres centímetros por metro y tiene 35,25 metros de ancho por 34,50 de profundidad, y 48 metros de altura. Posee un disco giratorio de 20,30 metros de diámetro que puede accionarse eléctricamente para girar en cualquier sentido y cambiar rápidamente las escenas. En 1988, se realizaron trabajos de modernización de la maquinaria escénica en el sector de las parrillas, con el fin de facilitar el manejo de los decorados y agilizar los cambios de escena.



El foso de la orquesta posee una capacidad para 120 músicos. Está tratado con cámara de resonancia y curvas especiales de reflexión del sonido.



Estas condiciones, las proporciones arquitectónicas de la sala y la calidad de los materiales contribuyen a que el Teatro Colón tenga una acústica excepcional, reconocida mundialmente como una de las más perfectas.
  
Los grandes salones del Colón, utilizados en los intervalos, son también muy bellos. 

El Foyer de los Bustos, decorado con bustos de compositores realizados por Luis Trinchero y con el importante grupo escultórico llamado "El secreto", de Eberlein, comunica con el Salón Blanco. De estilo Renacimiento francés, se trata del antepalco de la platea balcón en funciones oficiales y se utiliza frecuentemente para reuniones formales, conferencias y agasajos.


 


  
Dos grandes galerías, coronadas por vitrales, ofrecen una vista amplísima del hall de entrada y conducen de la Galería de los Bustos al Salón Dorado.


El Salón Dorado es de inspiración francesa, reminiscente del Grand Foyer de la Ópera de París. El dorado a la hoja de su decoración, las columnas talladas, las arañas, los vitrales de Gaudin con imágenes de Homero y Safo. En este salón suelen tener lugar conciertos de música de cámara, conferencias y exposiciones paralelas a la actividad de la sala.















El teatro Colón realiza la producción de sus espectáculos en talleres propios que están ubicados en los subsuelos y que hoy no se visitan.

En noviembre de 1989 fue declarado Monumento Histórico Nacional.


 En el Pasaje de los carruajes, que tiene entrada por las calles Viamonte y Tucumán, se encuentra la boletería, el café y la recepción para las visitas guiadas y la tienda de souvenirs.








Sobre la Plaza Lavalle frente a la fachada principal del Teatro Colon se erige esta obra homenaje a los músicos y al propio teatro Colón. “A toda orquesta II”, del artista plástico y calificado escenógrafo Carlos Gallardo, armaron 36 atriles con césped, que simbolizan una orquesta virtual en diálogo con los sonidos de la naturaleza. La Plaza Lavalle es el entorno ideal para esta instalación ya que fue renovada en ocasión de las reformas del Teatro Colón y cuenta con un dispositivo de luces con movimiento y un sistema de parlantes que transmite música ambiente.







Uno de los edificios más emblemáticos de la Argentina es, sin ninguna duda, el Teatro Colón, ¿lo conocés?, majestuosidad, elegancia, belleza y por sobre todo nuestro,  entonces visítalo, sentí su mística y su magia.

Dirección: Cerrito 628,  Buenos Aires 

Daniela Sáez

@exploradorturis

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