jueves, 23 de diciembre de 2010

Bajo el mar.. preservando y conservando la vida - Museo Subacuático de Arte - MUSA - Cancún



El 26 de noviembre de 2010 se  inauguró el Museo Subacuático de Arte, MUSA, en Cancún, proyecto que me impactó, conmovió y que  a continuación les muestro.

El MUSA, tiene como lema  “el arte de la conservación”, su Presidente el Lic Díaz Abraham lo define como “algo único y extraordinario  donde el arte y la conservación de los arrecifes naturales, se juntan con la promoción de Cancún”

Ante todo quiero que las imágenes  digan y muestren la esencia de este hermoso  museo,  luego en palabras trataré de contar  más detalles,  pero recordemos este nombre de ahora y para siempre no sólo por ser el  director de arte del Musa  sino porque lo que verán lo realiza él,  Jason De Caires Taylor es el creador de esta maravillosa obra quien  a través de sus manos le ha entregado su corazón.

Jason ha expresado “Ya que  todos fuimos originados del mar, creo que los humanos tenemos un deseo intrínseco, una fascinación por regresar”




El  Museo Subacuático de Arte, se encuentra ubicado en las aguas que rodean el Parque Marino Nacional de Cancún, Islas Mujeres y Punta Nizuc en pleno Caribe mexicano, en la parte norte del estado mexicano de Quintana Roo.

Este Parque Nacional  de Cancún es uno de los sitios más visitados a nivel mundial,  miles y miles de turistas  en el año llegan hasta allí y esto va provocando un impacto negativo  ecológicamente hablando sobre los arrecifes coralinos.

Ante este problema y con el afán de lograr la conservación y mantener el atractivo turístico al mismo tiempo, el Dr. Jaime González Cano, Director del Parque y el Lic. Roberto Díaz Abraham, Presidente de Asociados Náuticos de Cancún (ANC) contactaron al  escultor británico Jason De Caires Taylor  a mediados de 2008 y los tres se comprometieron totalmente con este proyecto cuyo propósito principal fue poner  al arte como motor fundamental  para la conservación de los  arrecifes naturales.

Proyectaron  un parque escultórico con 200 obras, esta cifra fue superada, hoy  se  han transformado en  más de 400 piezas de tamaño real  hechas de concreto alcalino con estructura interna de varillas de fibra de vidrio. Se ha convertido en uno de las mayores y más ambiciosas atracciones artificiales bajo el agua del mundo.

Al  colocar las esculturas  bajo el mar se crean espacios de arrecifes  artificiales destinados a ser habitados por la increíble vida marina y además  son una alternativa a los arrecifes naturales dándoles de este modo la posibilidad de regenerarse y desarrollarse. Recordemos que  el Parque Marino Nacional de Cancún atrae más de 750,000 visitantes al año, lo cual representa una carga de presión muy alta para los arrecifes existentes. Jason  de Caires Taylor busca reducir este alerta de daño.

Este arrecife artificial se puede  observar  en las encantadoras  aguas claras y poco profundas tan características de la zona, de  fácil acceso para los buzos, practicantes de esnórquel e incluso para los tripulantes de embarcaciones con fondo de vidrio.

 El MUSA nos invita a tomar conciencia sobre las distintas problemáticas  ambientales valiéndose del arte como modo de expresión  de tan preocupante cuestión.

El arte es el que  emite el  mensaje que a viva voz nos está comunicando la naturaleza y que debemos internalizar y no olvidar jamás:  preservar y conservar el medio ambiente.

MUSA es un centro artístico progresivo que promueve la cultura en Cancún y marcará  una nueva era de turismo responsable y sostenible.

Conozcamos algo de la vida del autor de estas esculturas:

Jason de Caires Taylor , quien  además es  fundador y director artístico del MUSA,  nació en 1974, de padre británico y madre guyanesa. Vivió  y creció entre Europa y Asia, gran parte de su infancia estuvo en contacto con los arrecifes de coral de Malasia quedando fascinado con lo que el mar y su mundo natural le enseñaban.  Fue instructor de buceo en distintas partes del mundo y profundizó el sentimiento de protección y conservación de la naturaleza.
 
Durante su joven vida Jason se ha permitido experimentar diferentes actividades que fueron despertando y colmando su interior,  todas realizadas con pasión, compromiso,  tan distintas y variadas como la fotografía y el grafitti pero que sin duda están enlazadas  por el mismo hilo conductor  que  va tejiendo su vida y que tiene al arte y a la naturaleza como medio para expresar  sus gustos,  intereses y preocupaciones.

En 1998 se graduó en el Instituto de las Artes de Londres, con una licenciatura Mención de Honor en escultura y cerámica. Adquirió experiencia trabajando en la Catedral de Canterbury en técnicas tradicionales de talla de piedra  y los 5 años que trabajó en diseño de escenarios e instalaciones de conciertos lo hacen tomar contacto con máquinas, grúas, elevadores y esto le permite  conocer los distintos mecanismos para poder concretar proyectos a gran escala.

En su interior comienza a gestarse las ganas de no sólo realizar arte para contemplarlo sino otorgarle un valor agregado, es así que uniendo pasiones tales como el buceo, el  arte y  su compromiso para preservar el medio ambiente, se motivó para crear esculturas bajo el agua que permitieran generar un nuevo hábitat para las especies marinas al crear arrecifes artificiales.

Jason de Caires Taylor hoy tiene reconocimiento internacional por su trabajo de características únicas y su obra ha recorrido el mundo a través de publicaciones en importantes medios gráficos y televisivos. Su fama internacional comienza en el año 2006 cuándo crea el primer parque de esculturas bajo el agua en Granada, Indias Occidentales.  Allí  comienza con la utilización de materiales que se integran con flora y fauna del arrecife. Dando los primeros pasos en el camino que lo llevaría a ser hoy fundador y director artístico del Museo Subacuático de Arte (MUSA) en Cancún, México.

En 2008  fue convocado por los directivos del Parque Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc, ellos a través de  internet conocían  los detalles de la obra de Jason ,de sus trabajos realizadados en instalaciones submarinas de Granada e  Inglaterra que se mostraban  a través de  su página web.  Arte y conservación era la propuesta y esto era lo que el Parque necesitaba.

Jason  de Caires Taylor se trasladó de Gran Bretaña a México y comenzó a trabajar creando las esculturas en un taller al sur de Cancun, en Puerto Morelos. Este taller, MACCA, Museo de Arte, Ciencias y Conservación Ambiental  es una bodega abandonada convertida en espacio de trabajo, ubicada en Puerto Morelos, un tranquilo poblado caribeño situado en la Riviera Maya entre Cancún y Playa del Carmen.

El MUSA ya estaba en marcha…en una primera etapa  se colocaron  las primeras tres piezas, en noviembre de 2009,  comenzando inmediatamente la transformación  de las esculturas por parte de la naturaleza al empezar  a formarse corales en las mismas  y otorgándoles  vida y color.

Estas primeras tres esculturas fueron:

Hombre en Llamas: es la escultura de Joaquín, un pescador local. Es una figura solitaria e imponente sumergida a 8 metros de profundidad. El cemento utilizado en ella ha sido perforado más de 75 veces en los que se han plantado esquejes de coral de fuego. Sin darse cuenta, el hombre está en llamas, resaltando nuestra dependencia y uso excesivo de los recursos naturales limitados, como los combustibles fósiles.

La Jardinera de la esperanza: A solo 4 metros bajo la superficie, La Jardinera de la Esperanza representa una niña mexicana rodeada por vasijas llenas de coral vivo. En la base de la escultura se han construido espacios habitacionales especializados, designados a atraer varias criaturas marinas, como morenas, peces juveniles y langostas. La Jardinera conjuga formas inanimadas con vida, simbolizando el parentesco con el medio ambiente y un modelo a seguir para futuras generaciones.

El Coleccionista de Sueños: muestra un archivo subacuático que es mantenido por un registrador. Una colección de cientos de mensajes en botellas se logra por las fuerzas naturales del océano. Varias comunidades fueron invitadas a donar mensajes que documentaran valores contemporáneos y aspiraciones para ser descubiertas por futuras generaciones.


Con estas bellas esculturas el museo en su primera etapa recibió más de diez mil visitantes.

Luego  se  dedicaron a  dar forma a la  ”Evolución Silenciosa” que comprende 400 esculturas  de tamaño natural que fueron instaladas entre julio y noviembre de 2010 y que constituyen una de las más grandes y ambiciosas atracciones creadas en el mundo, ocupando un área de 420m3, con un peso total de más de 180 toneladas.

Veamos las imágenes
Los personajes que se pueden ver aquí son de lo más variados algunos tienen  cuerpos desnudos, hay una mujer embarazada, un anciano haciendo muecas, la monja Rosario y el pequeño Santiago como para mencionar  algunas de las esculturas  que fueron colocadas a nueve metros de profundidad .
  
“Los moldes de estas esculturas  fueron tomados de personajes de todo el mundo, predominantemente mexicanos  y de una amplia gama de sectores de la sociedad. Además los rangos de edades varían desde Rosario (85 años) hasta Santiago (4 años), y todos los personajes tienen diversas ocupaciones contador, maestra de yoga, pescador, estudiante, acróbata, carpintero y guardaparques.
La Evolución Silenciosa retrata un conglomerado de gente que representa como la humanidad está enfrentando diferentes cuestiones ambientales y nuestro impacto al mundo natural. La pieza completa nos permite echar una mirada al futuro y tener un punto de vista optimista para mantener la esperanza en la unidad para enfrentar este problema. Las esculturas cambiarán su apariencia con el paso del tiempo mientras el coral crezca y la vida marina se vaya estableciendo.”

En alguna ocasión Jason manifestó que en estas esculturas lo que la gente muestra a través de la expresión en los rostros es la preocupación por los problemas ambientales, aunque también transmiten  que  si tomamos conciencia a tiempo  aún hay esperanza.
 La “Evolución Silenciosa” es una obra interactiva por lo que la gente puede nadar alrededor de las esculturas, explorarlas y observarlas. La luz cambia constantemente bajo el agua, la vida nueva emerge, los peces territorializan el espacio. Las esculturas adquieren vida propia una vez sumergidas y el mensaje poderoso es que la intervención humana positiva facilita la fuerza y renovación de la naturaleza.”

Junto a Jason deCaires Taylor trabajan artistas y obreros de la construcción para la producción de las obras, biólogos marinos, ingenieros y buzos para completar las diversas partes de la instalación.

Para realizar las esculturas se usa un concreto especial con pH neutro (una mezcla de cemento grado marino, arena y micro-sílica) reforzado con varillas especiales de fibra de vidrio. Algunas esculturas tienen elementos adicionales como mosaico o vidrio. El 95% de los materiales son inertes.

Las esculturas se injertan con esquejes de coral vivo tomado de áreas donde el sistema arrecifal se encuentra dañado por tormentas o actividades humanas. Esta técnica, que es el procedimiento establecido para la conservación del coral, rescata pequeños fragmentos de  coral dañados proveyéndole un nuevo sustrato adecuado. Una pequeña proporción ha sido crecida artificialmente.

“La experiencia de estar bajo el agua es completamente diferente que estar en tierra firme. Los objetos bajo el agua se ven 25% más grandes y como consecuencia se perciben también más cerca. Los colores se alteran con el aumento de la profundidad y conforme se va absorbiendo y reflejando la luz a diferentes niveles. La fuente de luz bajo el agua se encuentra en la superficie, esto produce efectos caleidoscópicos gobernados por el movimiento del agua, las corrientes y la turbulencia. El agua es un medio maleable para viajar a través de ella, permitiéndole al observador ser un participante activo con las obras sumergidas. Las esculturas se pueden ver de muy variados ángulos y perspectivas y esto aumenta dramáticamente la genuina experiencia de encontrar las piezas”.

Las esculturas se instalan  dependiendo del peso y  de su diseño. La mayoría son colocadas con una embarcación provista de una grúa. Una vez en el agua, se utilizan bolsas de aire para levantar y desplazarlas a su posición final. Las piezas más grandes están hechas de unidades separadas y conectadas una vez bajo el agua. Para conectar la base de la pieza con el sustrato se utilizan tornillos de anclaje. La operación completa puede requerir diez personas de apoyo y cinco buzos. Las esculturas se localizan en áreas con sustrato arenoso que no causa daño a los ecosistemas existentes.

Para hacer una pieza, Jason, luego de la idea inicial, realiza dibujos y maquetas que fotografía para poder sobreponer  la imagen sobre la fotografía subacuática del lugar para ver cómo se ve. Entonces la investigación se enfoca en cómo el objeto será sujetado al fondo marino y de qué materiales  serán construidos. Hace el vaciado en los moldes en su taller y organiza la transportación hasta el sitio elegido. Generalmente toma unos tres meses desde el inicio hasta el final.

Los modelos permanecen sentados o parados mientras son cubiertos con vaselina y yeso para hacer los moldes con los que se crean las esculturas.

A diferencia de las esculturas que no están bajo el agua, las submarinas evolucionan a medida que pasa el tiempo porque interactúan con la vida del mar, como ser esponjas, plantas y otros organismos que con el paso de los años crecerán en ojos, oídos y los cuerpos de las figuras de concreto.

 Por cuánto tiempo  las características de los rostros son visibles en las esculturas, es difícil de precisar,  los detalles pequeños de estas características desaparecen con el crecimiento de los corales, después de un año casi ya no se ven, lo que si se aprecia es la forma de la persona y durante mucho tiempo. Los cambios se van dando día a día, ocurren rápidamente, todos los días se va viendo alguna transformación.

Todas las esculturas son fácilmente accesibles por buceo, esnórquel o lancha de fondo de cristal. Cancún e Isla Mujeres tienen un gran número de operadores trabajando dentro del Parque Marino. Todas las visitas al museo deben ser acompañadas por un guía registrado.

Ya muchas personas han buceado en la zona y lo más interesante y a la vez emocionante es que es enorme e incalculable la cantidad de peces que han adoptado este lugar como su hábitat, incluyendo especies raras no vistas desde hace tiempo en la zona. ¡Excelente logro!

Para la  tercera etapa del museo a partir del 2011 Taylor está invitando a 8 artistas a unirse a su taller en el Museo de Arte, Ciencia y Conservación Ambiental (MACCA) para un simposium con duración de 6 semanas iniciando en junio del 2011, los participantes crearán una escultura de gran formato para su instalación permanente en el Museo Subacuático. Más detalles en la web de MUSA en Información -El futuro –Parte 2


El Caribe mexicano nos invita a disfrutar de sus aguas cálidas, cristalinas e inolvidables, peces multicolores y vida marina nos seducen para sumergirnos y contemplarlo, hoy  suma un atractivo más este museo diferente al que tendremos que visitar dándonos un chapuzón o desde un embarcación con fondo de cristal, arte en el mar, arte modificado por la naturaleza, arte que promueve la vida, arte para la conservación… vida  y esperanza en esta evolución silenciosa…

“El poder de la naturaleza es tal, que con  ayuda de la humanidad hace posible la regeneración y el resurgimiento.” Jason Taylor.

Milagros de la vida y el mar..son los milagros de la naturaleza.

Agradezco profundamente la información y fotos proporcionadas por Jason de Caires Taylor, quien actualmente está recibiendo cerca de 12 entrevistas diarias para distintos medios y a pesar de estar tan ocupado, con la grandeza y humildad que caracteriza a los MAESTROS  me brindó material para realizar este post. ¡GRACIAS JASON!

Para seguirconociendo el trabajo de Jason De Caires Taylor:
Web de Jason De Caires Taylor
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Web Museo Subacuático de Arte - MUSA




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