Una joya arquitectónica en el corazón del
barrio de Almagro
La Basílica de San Carlos Borromeo y María Auxiliadora, ubicada en Quintino Bocayuva y Avenida Hipólito
Yrigoyen, en el barrio de Almagro
de la ciudad de Buenos Aires, es una
obra arquitectónica maravillosa y forma
parte de un conjunto de edificios que pertenecen a la orden salesiana que se
encuentran pegados a la iglesia y que son testimonio de la instalación de los
salesianos en Almagro con la Escuela
de Artes y Oficios con su proceso de evangelización y educación que
inició la orden religiosa en Argentina en 1875 a la cabeza de Juan Bosco.
Fue construida en menos de 10 años, la piedra fundamental se colocó en junio 1900 y fue inaugurada el 24 de mayo de 1910, en la víspera del primer centenario de la Revolución de Mayo y el día de la fiesta de María Auxiliadora.
Ya esta iglesia era conocida por tener entre
sus feligreses a Carlos Gradel quien
a principios del siglo XX, siendo niño cantó como parte de un coro, tal
como se recuerda en esta placa en la fachada de la iglesia.
También hay que recordar que fue
aquí donde tomó su primera comunión en 1898 Ceferino Namuncurá y su altar en este templo fue bendecido por el actual Papa Francisco en 2007 cuando era arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de Argentina.
Actualmente la iglesia es
visitada por turistas de distintos partes ya que fue aquí donde el Papa
Francisco fue bautizado. Sí, Jorge
Mario Bergoglio recibió el primer sacramento en 1936 en esta iglesia de
Almagro.
Se ha hecho costumbre entre los fieles que
visitan la Basílica María
Auxiliadora de Almagro, después de la misa, pasar a tocar la pila bautismal donde el Papa Francisco fue bautizado.
Lamentablemente cuando visite la iglesia, un día de semana por la mañana, el
baptisterio, ubicado detrás del altar mayor, estaba cerrado, motivo por el cual
tendré que volver en horario de misa para poder contemplarlo, dicen que es una
joya del diseño sacro posee la pintura de la imagen de Dios en el techo, la
pila bautismal doble –para templar el agua– y un sagrario para los óleos
crismales y de catecúmenos.
La iglesia es de estilo noerrománico-lombardo y es obra del
arquitecto salesiano Ernesto Vespignani. Está formada por tres niveles: una cripta, la
iglesia, y un nivel superior.
Las fachadas de ladrillo a la
vista y el revestimiento símil piedra con ausencia de ornamento excesivo en su
exterior, contrastan con el
interior muy ornamentado.
Se destaca la imagen de “el
“Pantocrator”, término bizantino y románico con el que se designa al Dios Padre
Omnipotente” es una imagen escultórica de mármol blanco, tallada en un bloque
por el artista salesiano Piana, realizada como el resto de las esculturas de la
basílica en el colegio Pío IX.
Posee una torre campanario
central de 64 metros
de altura sobre el pórtico del edificio
“El templo de San Carlos, puede
decirse, es la primera aparición de un edificio religioso en arquitectura
románica-lombarda entre el “ecletismo” artístico de las construcciones que se
van multiplicando afanadamente en la gran Metrópli Bonaerense. Aunque puede
decirse que el concepto y la estructura de este edificio no estén propiamente
ligados a un estilo, dominando el verticalismo del gótico y los elementos
característicos del románico lombardo.”
Ingresamos al templo:
“ Las columnas esbeltas de 15 metros de altura con
capiteles de follajes que dividen las naves juegan un papel importante desde el
punto de vista ornamental, porque consisten en franjas paralelas en colores
beige y rojo ladrillo. Hay un predominio de rojos y dorados en todo el espacio,
lo que le otorga al conjunto un espíritu festivo, luminoso y alegre. No es un
templo lúgubre."
"El altar mayor también fue realizado por el escultor turinés Sassi. Mármoles que fue a buscar a Italia el propio Vespignani en 1906 revisten muros, piletas de agua bendita y bases de columnas."
"El azul estrellado de las
bóvedas simboliza el cielo y los adornos floreados arabescazos a las diferentes
virtudes. Las ventanas esbeltas así como los ventanales del crucero y los de la
cúpula poseen vidrios con decoraciones policromas.”
“La cúpula, que se levanta sobre
los cuatro pilares del crucero, posee un perímetro octogonal que remata en una
bóveda a 45 metros
del suelo y que sostiene la estatua de la Virgen de 5 metros de altura.”
“Puede afirmarse que el interior
del templo es una síntesis de los estilos mencionados por Vespignani, pero en
contraposición a su opinión, estos sintetizan una verdadera arquitectura
ecléctica: el románico en el arco de medio punto y la planta basilical; el
bizantino en el contraste ornamental interior-exterior; el lombardo en la
decoración estriada, el barroco en la profusión de ornamentos, color, formas y
dorados. El gótico en la verticalidad dada por la esbeltez de las columnas y
las ventanas con vitrales.”
Les recomiendo entrar y
contemplarla, a veces nos perdemos de disfrutar lugares que tenemos al alcance
de la mano, vale la pena conocer lo nuestro, los maravillosos lugares que
nos regala nuestra bella Buenos Aires
y la Basílica de San Carlos Borromeo y
María Auxiliadora merece que le dediquemos una visita, no se pierdan los
detalles, abren sus sentidos y disfruten de esta maravilla, estoy seguro que se sorprenderán.
Ubicación: Hipólito Yrigoyen y Quintino Bocayuva. CABA
Algunos de los datos para el post
fueron tomados del excelente trabajo leído en http://patrimonioyarquitectura.blogspot.com.ar/2010/09/los-salesianos-en-buenos-aires-la.html
Daniela Sáez
@exploradorturis
1 comentario:
La Basílica de San Carlos es una joya arquitectónica comparable con muchas que son visitadas en otros paises con admiración. Mis padres se casaron en 1935 y allí fuí bautizada en 1941. Muchas veces la visito y admiro su arquitectura.
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